Precisar la locura ¿será posible? Alberto Sladogna

Extraer la piedra de la locura ¿Será posible? ¿cuál era el bulbo extraído?

Precisar la locura, ¿será posible?
Por Alberto Sladogna**

(**Analista, un miembro de la école lacanienne de psychanlyse, elp, director de la revista artefactos, una revista de la elp. Presentamos la desgrabación de la exposición oral efectuada en las Jornadas de la ENAH, Amor locura todo, agosto del 2014)

¿Sabía usted que los delirios, las alucinaciones, las intuiciones, los presentimientos, los estados amorosos, el odio son formas de locura? ¿De qué lugar provienen? No vienen del sistema simbólico del lenguaje, no provienen del imaginario sino que provienen de la “realidad” ¿De cuál? De la realidad subjetividad que es una manifestación real, al menos para el análisis y para el analista. El amor locura todo debido a que es un componente real, no es imaginario, no es simbólico, por eso quiebra nuestras costumbres y hábitos cuando se hace presente.

Jacques Lacan presentó así el tema:

               “La noción que nos dirige, que nos orienta aquí cuando nosotros                           ensayamos de entender aquello que ocurre en el nivel de las psicosis,
               debe partir de esto” (11/04/1956)

Primer signo: es un tema que organiza el abordaje de las locuras, el amor es una de las formas para “Precisar la locura” ¿Será posible?  Lacan realizó ciertas precisiones en 1956, luego veremos que en 1961/1962 será desplegada en una plataforma más amplia, al menos, de mayores alcances. Retomó lo más cercano a la letra en castellano esa exposición del del 11 de abril de 1956:

        [Debo partir de esto] que cuando les hablo de subjetividad, o cuando 
        aquí nosotros la ponemos en nuestra mira, siempre queda el espejismo
        en el espíritu del auditor, que lo subjetivo se opone a lo objetivo, que
        lo subjetivo está del costado de aquel que habla y, por este hecho,                        incluso por relación a lo objetivo, del costado de las ilusiones, sea                        que él lo deforma, sea que él lo contiene. Esto es aún una manera de 
        dejar lo subjetivo del costado de aquel que habla.(11/04/1956)

Lacan va a tocar, sin decir esta boca es mía, uno de los pilares de la vulgata analítica: el supuesto carácter ilusorio o irreal de la fantasía ¿Por qué lo modifica? Lo hacen en la medida en que la fantasía aparece con claridad como uno de los fenómenos principales del orden subjetivo. Veamos una formulación de Freud:

      Esta singular contradicción es la que existe entre fantasía y realidad
     -desear y tener-. Hans sabe que es, en realidad, un niño, y que otros
     niños no harían sino molestarle. Pero en su fantasía es la madre y 
     necesita niños con los cuales repetir los mimos de que él mismo 
     ha sido objeto. (Freud en Análisis de la fobia de un niño de cinco años)


Freud distingue fantasía y realidad; la fantasía va acompañada del posesivo “su”, el saber no está del lado de la fantasía. Luego de recordar el concepto de Freud, cómo continúa Lacan:

       Esto de lo cual se trata para nosotros, esto que es la dimensión 
       omitida incluso hasta el presente o sobretodo colocada entre
       paréntesis, elidida en la comprensión del freudismo…


El freudismo elide algo u lo omite, ¿Cómo puede omitir o elidir aquello que no está en su campo? Tenemos una señal a recuperar. Lacan emplea el término “dimensión” sobre quien cayó una “omisión” o una “elisión” del freudismo. 

El término dimensión no pertenece al campo del análisis hasta el momento en que Lacan lo introduce. Es un caso donde una “lengua”, el freudismo, tiene la posibilidad de cubrir una amplia gama de significaciones y no por ello agota las posibilidades del signo y del significante que las dimensiones (simbólico, imaginario, real) inventan y despliegan.

Lacan va concluir con algo sorprendente, al menos para mí; veremos qué le ocurre a usted lector. Concluye con la siguiente constatación:

              …(lo omitido o elidido) es esto: lo subjetivo no está del costado de                      aquel que habla, lo subjetivo es algo que nosotros encontramos en el                  real. (11/04/1956)

Situar en la dimensión real a la subjetividad es cambiarla de lugar, esa es una enseñanza. Lacan la obtiene de un fenómeno subjetivo por excelencia: el delirio y la alucinación, cada una de formas distintas.

             Aparece en el real en tanto que lo subjetivo supone que nosotros                         tenemos en frente nuestro a un sujeto que es capaz de servirse del                       significante como tal… (11/04/1956)
¿Qué quiere decir “servirse del significante”?:

Servirse del juego del significante como nosotros nos servimos, servirse del juego del significante, no para significar algo, sino precisamente para engañarnos sobre eso que hay para significar, es servirse por el hecho que el significante es otra cosa que la significación, para presentarnos un significante engañador. Ese punto del engaño es lo que encara la física moderna a partir de Descartes cuando él se da de frente con el Dios engañador.

Tres elementos (tres letras “s”) que más tarde se van articular con la condición de una de las definiciones de Lacan del fenómeno llamado transferencia. Aquí en relación a este campo del real es donde me atrevo a proponer el carácter de "caso" del magnicidio compartido, una locura compartida, un amor compartido efectuado por José de León Toral al ejecutar el 17 de julio de 1928 al General Obregón en el restaurante La Bombilla de México, DF. 

Sigue Lacan:

               Lo subjetivo es entonces para nosotros eso que distingue el campo de                 la ciencia donde se basa el psicoanálisis del conjunto del campo de la                 física. Es esta instancia de esta subjetividad, como presente en el                        real, es eso el resorte esencial que hace que digamos algo que es algo
              nuevo cuando decimos que una serie de fenómenos de apariencia
               natural que se llaman las neurosis, por ejemplo. (11/04/1956)

Es pertinente hacer una precisión, eso distingue a la ciencia, a su campo, del campo de la física, el análisis se basa en el campo de la primera y la distinción está dada por el lugar de signo, del significante, empleado por alguien para significar algo.

(Este texto está publicado en :http://desiresfreudianos.com/index.php/revista-elaboratorio/12-precisar-la-locura)

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